La obesidad y el lipedema son condiciones que implican la acumulación de grasa corporal, pero sus causas, impactos y tratamientos son muy diferentes. Mientras que la obesidad es ampliamente reconocida como un problema de salud global y un factor de riesgo para diversas enfermedades crónicas, el lipedema sigue siendo poco conocido y con frecuencia subdiagnosticado. La falta de información sobre el lipedema hace que muchas personas pasen años intentando perder peso sin éxito, sin saber que en realidad padecen un trastorno crónico del tejido adiposo que no responde a las estrategias convencionales de adelgazamiento. Por eso, distinguir entre obesidad y lipedema es fundamental para garantizar un diagnóstico preciso y ofrecer las mejores opciones de tratamiento. En este artículo conocerás la relación y las principales diferencias entre estas condiciones, además de entender la importancia de reconocer el lipedema como una afección distinta que requiere cuidados específicos para mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen. ¿Qué es el lipedema? El lipedema es una condición que afecta principalmente a las mujeres, llegando al 12,3% de ellas[1]Amato ACM, Amato FCM, Amato JLS, Benitti DA. Lipedema prevalence and risk factors in Brazil. J Vasc Bras. 2022 May 23;21:e20210198. doi: 10.1590/1677-5449.202101981., según un estudio brasileño. Sin embargo, también puede presentarse en hombres, aunque es poco común. Su principal característica es la acumulación anormal de grasa bajo la piel, especialmente en piernas, muslos y glúteos. A diferencia de la obesidad, la grasa acumulada en el lipedema tiene características particulares: Dolor y sensibilidad: La grasa acumulada suele ser dolorosa al tacto y puede causar molestias constantes o intermitentes. Hinchazón y sensación de pesadez: La retención de líquidos es común, lo que provoca hinchazón persistente y sensación de pesadez en las piernas. Facilidad en la aparición de moretones: La fragilidad de los vasos sanguíneos hace que la piel sea más propensa a los hematomas. Desproporción corporal: El aumento de volumen en las piernas ocurre de manera desproporcionada con respecto al resto del cuerpo, que puede mantenerse prácticamente sin cambios. A pesar de estos síntomas característicos, el lipedema sigue siendo confundido con la obesidad o el linfedema (una condición asociada a la retención de líquidos). Diferencias clave entre lipedema y obesidad Aunque tanto el lipedema como la obesidad implican un exceso de grasa, son condiciones completamente distintas. Aquí tienes algunas diferencias clave: 1. Distribución de la grasa En la obesidad, la grasa se acumula en todo el cuerpo, incluyendo abdomen, brazos, piernas y rostro. En el lipedema, en cambio, la grasa se localiza en la parte inferior del cuerpo, mientras que el tronco puede permanecer relativamente delgado, creando una apariencia desproporcionada. 2. Dolor y sensibilidad Uno de los principales síntomas del lipedema es el dolor y la sensibilidad en las áreas afectadas, algo que no suele ocurrir en la obesidad. Las personas con lipedema describen la grasa como nodular o irregular, y hasta una ligera presión puede causar molestias. 3. Resistencia a la pérdida de peso En muchos casos, la obesidad puede tratarse con dieta, ejercicio y cambios en el estilo de vida. Por otro lado, la grasa del lipedema, al ser un trastorno del tejido adiposo, es resistente a estas intervenciones. Incluso después de una pérdida de peso significativa, los depósitos característicos del lipedema suelen persistir. 4. Factores hormonales y genéticos El lipedema está fuertemente relacionado con cambios hormonales[2]Katzer K, Hill JL, McIver KB, Foster MT. Lipedema and the Potential Role of Estrogen in Excessive Adipose Tissue Accumulation. Int J Mol Sci. 2021 Oct 29;22(21):11720. doi: 10.3390/ijms222111720., como los que ocurren durante la pubertad, el embarazo o la menopausia. Además, tiene un fuerte componente genético, siendo común que varias personas de una misma familia lo padezcan. La obesidad, en cambio, es influenciada por una combinación de factores genéticos, ambientales y de comportamiento. Cuando el lipedema y la obesidad coexisten A pesar de ser condiciones distintas, una persona puede tener lipedema y obesidad al mismo tiempo. Esto puede hacer que el diagnóstico y el tratamiento sean aún más difíciles, ya que muchas veces el lipedema es erróneamente atribuido solo al exceso de peso. 1. Diagnóstico incorrecto y retraso en el tratamiento Debido a la falta de conocimiento sobre el lipedema, muchas veces se diagnostica como obesidad, lo que lleva a los pacientes a someterse a dietas y rutinas de ejercicio sin obtener resultados satisfactorios. Esta falta de respuesta puede generar frustración y sentimientos de fracaso. Además, un diagnóstico erróneo retrasa el acceso a tratamientos adecuados, como fisioterapia especializada o procedimientos quirúrgicos. 2. Impacto emocional y psicológico Tanto el lipedema como la obesidad pueden afectar la salud mental, sobre todo debido al estigma asociado con el exceso de peso. En el caso del lipedema, el dolor crónico y las limitaciones físicas pueden aumentar la ansiedad y la depresión, reduciendo aún más la calidad de vida. 3. Mayor riesgo de enfermedades secundarias Cuando el lipedema y la obesidad coexisten, el riesgo de desarrollar otras enfermedades aumenta. Algunas de ellas incluyen linfedema, problemas articulares y enfermedades cardiovasculares. Además, el exceso de grasa y la hinchazón asociada al lipedema pueden sobrecargar el sistema linfático, causando complicaciones adicionales. Tratamiento del lipedema El tratamiento del lipedema requiere un enfoque multidisciplinario para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida[3]Kruppa P, Georgiou I, Biermann N, Prantl L, Klein-Weigel P, Ghods M. Lipedema-Pathogenesis, Diagnosis, and Treatment Options. Dtsch Arztebl Int. 2020 Jun 1;117(22-23):396-403. doi: … Continue reading. Algunas estrategias incluyen: Fisioterapia y drenaje linfático: Técnicas manuales que ayudan a reducir la hinchazón y la sensación de pesadez en las piernas. Uso de medias de compresión: La compresión ayuda a la circulación y reduce la hinchazón. Cambios en el estilo de vida: Aunque la grasa del lipedema no responde bien a la pérdida de peso convencional, mantener una alimentación equilibrada y realizar actividades físicas de bajo impacto ayuda a controlar la inflamación y reducir el avance del problema. Terapias farmacológicas: En algunos casos, se pueden recomendar medicamentos para aliviar los síntomas. Cirugía (Lipoaspiración específica para lipedema): Procedimientos especializados pueden ser una opción para eliminar los depósitos de grasa y mejorar la movilidad. Como podemos ver, el tratamiento del lipedema es bastante diferente de los tratamientos convencionales para la obesidad. Por ello, el diagnóstico temprano es fundamental para mejorar significativamente la calidad de vida de quienes padecen esta condición. Referencias[+] Referencias ↑1 Amato ACM, Amato FCM, Amato JLS, Benitti DA. Lipedema prevalence and risk factors in Brazil. J Vasc Bras. 2022 May 23;21:e20210198. doi: 10.1590/1677-5449.202101981. ↑2 Katzer K, Hill JL, McIver KB, Foster MT. Lipedema and the Potential Role of Estrogen in Excessive Adipose Tissue Accumulation. Int J Mol Sci. 2021 Oct 29;22(21):11720. doi: 10.3390/ijms222111720. ↑3 Kruppa P, Georgiou I, Biermann N, Prantl L, Klein-Weigel P, Ghods M. Lipedema-Pathogenesis, Diagnosis, and Treatment Options. Dtsch Arztebl Int. 2020 Jun 1;117(22-23):396-403. doi: 10.3238/arztebl.2020.0396.